Bienvenido 2013, y a principios de enero teníamos planes de ir a Colombia se derrumbaron los planes por múltiples circunstancias, pero eso no hizo que los ánimos menguaran y optamos por reemplazar el viaje por un proyecto que teníamos pendiente ya hace un tiempo en el estado Mérida, específicamente en Mucumpisito los integrantes de este nuevo equipo eran: Juancho, Illicho , Luisito y Alejo, y armados con muchísimas ganas de comenzar el año con un proyecto que elevara la motivación, arreglamos el equipo y emprendimos el viaje.
Llegamos un poco tarde a la ciudad de Mérida, y aún mas tarde a la casa del señor Octaviano, que gentilmente hace un servicio invaluable al llevar a los excursionistas hasta la entrada de Mucumpisito, puntualmente recogerlos y aparte de prestar el garaje para guardar los vehículos. Nos encontramos en la entrada del parque como a las 7:00 pm y decidimos caminar en la noche para poder aprovechar el tiempo, la caminata nocturna fue muy divertida pues nos perdimos y tuvimos que vivaquear, es una caminata aproximada de 45 min o 1 hora ( sin perderse). Fue una noche con temperaturas bajo cero, pero el clima permaneció estable, sin nubosidad (no llovió), la roca donde decidimos meternos no era del todo cómoda, pero nos cubrió bien del viento y así poder descansar para corregir al otro día el camino hacia el campamento base.
Con la luz del día enmendamos el error y acampamos en el sitio mas cómodo cercano a la pared que íbamos a escalar. Una pared de aproximadamente 200 mts.
A las 12:00 pm. Terminamos de armar el campamento y a esa hora Luis le pregunta a Juancho si íbamos a escalar, a lo que respondió pregúntele a Alejo, quien sin pensarlo ya estaba arreglando el equipo para ir a escalar, el clima estaba espectacular y asi duro mientras estuvimos en la pared, por lo que no queríamos perder ni un segundo asi que nos en rumbamos al pegue “la vira vira”.
Empezamos a escalar largo tras largo alternándonos, es una vía muy bonita que se deja escalar bastante fluido, con un paso duro en el tercer largo librado por alejo, un par de largos y travesías mas tarde nos encontramos bajo el ultimo tramo, pero ya para este momento el frío era casi insoportable debido a que estábamos en una zona de la roca con sombra, y unido a esto, el cansancio y lo descompensado que estábamos nos obliga a comenzar el descenso pero no sin antes enviar a al menos un miembro de la cordada a cumbre. Juancho fue el encargado de subir el ultimo largo llegando al tope cerca de las 6:00 pm.
El descenso fue de noche y trabajoso, la cuerda se quedo atascada en la reunión del largo cuatro, lo cual nos dejo expuestos al frío viento nocturno durante todo el tiempo que se lidio para solucionar el problema. Luego de eso continuamos con el rapel hasta que una vez mas la cuerda se atasco en el primer largo, estábamos tan agotados que decidimos abandonar la cuerda y subir al otro día con mas energías solventar el inconveniente, bajamos al campamento con una oscuridad absoluta y allí nos esperaba Illich que ya había preparado la cena cosa que nos reanimo bastante.
Al día siguiente se decidió descansar todo el día, así que subimos a bajar la cuerda abandonada el día anterior y descendimos a descansar al campamento para recuperar fuerzas para el día siguiente.
A las 9:00 am. Comenzamos a escalar, la ruta escogida “la directísima” con un primer largo muy expuesto pues la protección es mas psicológica que otra cosa, los siguientes largos bastante incómodos psicológicamente porque se siente suelta la roca. El largo cinco librado por Luis, no requiere mucha técnica pero si fortaleza mental, no hay mucho donde proteger, por lo cual hay que dejar un run-out de aproximadamente 15 metros hasta llegar a una salvadora chapa al inicio de la placa donde solo un par de pasos de equilibrio mas separan de la reunión.
Al igual que en la otra vía, pudimos sortear exitosamente largo tras largo llegando a la cumbre a las 12:00 pm. para contemplar la magnificencia del páramo, por cerca de 20 minutos. Comenzamos a descender rapelando y como no todo es felicidad, en el ultimo largo sin querer Alejo desprendió un bloque que casi golpea posiblemente de gravedad a Juancho, fueron unos segundos de bastante confusión sin nada que lamentar afortunadamente, después de este impase llegamos al campamento felices a comer y a festejar por alcanzar los objetivos y agradecer a la Pachamama su buen clima y su singulares e inolvidables paisaje.